Acabemos Con Las Muertes Neonatales: Aseguremos la supervivencia de todos los bebés: Resumen Ejecutivo

View Resource

El mundo ha hecho grandes progresos en la lucha contra la mortalidad infantil en los últimos años. Desde 1990, hemos reducido casi a la mitad el número de niños y niñas que mueren por año antes de cumplir los cinco años de edad: de 12,6 millones a 6,6 millones.1

Este logro increíble –en especial dado que las poblaciones de los países que se encuentran en mayor situación de pobreza han aumentado en un 70 % durante este período2– nos permite empezar a imaginar un mundo en el que ningún niño ni ninguna niña nazca para morir de causas fácilmente prevenibles. 

Y, sin embargo, a pesar de este progreso, la mortalidad infantil sigue siendo una de las grandes vergüenzas de nuestro mundo moderno. Todos los días mueren 18.000 niños y niñas menores de cinco años; la mayoría, por causas prevenibles.

El Problema De Las Muertes Nonatales Amenaza El Progreso

La reducción en la mortalidad infantil se ha logrado a través de intervenciones de vacunación, planificación familiar, nutrición y tratamiento de enfermedades de la infancia, como así también gracias a mejoras en las economías. sin embargo, se ha prestado mucha menos atención a abordar los peligros vitales que enfrentan los niños y las niñas en la etapa neonatal, es decir, al nacer y durante el primer mes de vida, que es cuando son más vulnerables.

Este informe señala que en 2012 murieron 2,9 millones de bebés durante los primeros 28 días de vida, dos de cada cinco muertes infantiles. De esta cifra, 1 millón de bebés muere dentro de las 24 horas; es decir, durante su primer y único día de vida.3 Entre las causas de estas muertes se encuentran los nacimientos prematuros, las complicaciones durante el parto y las infecciones. Este es un hecho desgarrador e inaceptable.

A menos de que empecemos a abordar la mortalidad neonatal, existe un verdadero peligro de que se frene el progreso en la reducción de muertes infantiles y de que fracasemos en nuestra ambición de ser la generación que ponga fin a todas las muertes infantiles prevenibles.

Este informe, asimismo, revela que el problema de las muertes neonatales es mucho peor de lo que pensamos. En 2012, ocurrieron 1,2 millones de nacimientos sin vida, en los que el corazón del bebé dejó de latir durante el parto. Estas trágicas pérdidas no están contempladas en el objetivo de Desarrollo del milenio (oDm) 4 de la onu, que apunta a reducir la mortalidad infantil en dos tercios. Sin embargo, merecen recibir mayor atención en futuros marcos de salud materna, neonatal e infantil, torno al trabajo de parto y el parto mismo. Este informe se centra, por lo tanto, en los 2,2 millones de muertes neonatales que ocurren durante el parto y el primer día de vida.

Hay mucho trabajo por hacer. según se acerca el plazo de 2015 de los oDm, es fundamental que el mundo actúe para asegurarse de que más países puedan estar en condiciones de lograr el oDm 4. Hoy en día tenemos más claro que no podremos lograrlo a menos que abordemos con urgencia el problema de las muertes neonatales. no podremos avanzar y hablar de poner fin a todas las muertes infantiles prevenibles a menos que la atención sanitaria básica sea una realidad para todas las mujeres y todos los bebés. 


Post a Comment